Fablehaven - Brandon Mull - Reseña

Dicen que es un libro para niños, pero yo diría que para niños adictos a la lectura y que por supuesto comprenden libros sin dibujos. Porque eso es lo que es este libro, un cuento de muchas hadas sin dibujos. Aunque también he pensado seriamente que va dedicado a todos esos adolescentes que no tuvieron una infancia muy común. Sin llegar a malos términos, yo me incluyo. Solo conocí el cuento de Hanzel y Gretel.
Desde el momento en que vi este libro en internet me dije que lo iba a leer, ya ven que así fue. Tuve suerte de que viniera de la mano de ROCA editorial, porque saca los mismos libros que salen en España.
Le gano al segundo de Charline Harris en las compras de librería, y claro que no me arrepiento. Sentí como que el escritor, Brandon Mull, lo escribió para mí.
Narra la historia de dos hermanos, no tres como en Narnia por dios no los confundan, Kendra y Seth, que van de visita a la casa de su abuelo, Stan Sorenson. Que por cierto queda bien lejos, y en vez de viaje son unas vacaciones. Porque sus padres se van de crucero por 17 días, llegan con los peores ánimos con todo y amenaza de garrapatas en ausencia de la abuela. Ahí comienza algo de misterio, el abuelo le regala tres llaves a Kendra, que tras el sofocante aburrimiento y teniendo de compañeros de habitación a su encafeinado hermano y la gallina, que no diré su nombre para no revelar nada, comienza a ver que abren esas llaves.
En un principio parecería que la casa solo está acompañada del jardín tan lleno de grandes mariposas, pero NOO. Resulta que también cuenta el bosque, grande y profundo, donde un día decide entrar Seth, niño travieso, y encuentra al personaje de la portada, la bruja Muriel con todo y marioneta. Vean la imagen e intenten revelar lo demás si es que no quieren leer lo que viene a continuación.
A falta de agrado hacia la palabra spoiler le pondré AV, ¿Por qué? Pues porque este es el blog de todos y si no les gusta ahí luego me dirán que lo cambie.
Un día, la querida Kendra da por fin con lo que abre las llaves, que con ello va encontrando mas llaves hasta que con tres abre un diario que al parecer, tipo Laila Winter, está en blanco, pero al pasar las hojas rápidamente encuentra una palabra: bebe la leche.
Lo siguiente será hacer lo que dice la palabra, así que después de ello se dan cuenta que las muchas mariposas del jardín no son solo mariposas, sino… ¿Qué cree? Chanchanchanchan… son unas multicolores y escurridizas hadas, porque también resulta que esa finca, enooorme por cierto, es una reserva de criaturas mágicas. Y no solo hadas, sino muchas otras, incluso más de las que llegamos a conocer en todo el libro. Sentí un dejá vú tipo Harry Potter al leerlo.
En lo que sobra del libro iremos descubriendo unas muchas historias sobre el lugar, que además no es la única reserva del mundo, y que tienen que tomar leche todos los días para poder verlas, pero no lo intenten porque yo tomo leche todos los días y las mariposas siguen siendo lo mismo. De hecho mi abuelo tiene un racho grande con laguitos y todo pero nada de nada. Sigamos con el AV.
Hay una noche noches del año en las que las criaturas que ahí viven se ponen loquitas, eso pasa en los equinoccios, y resulta que decidieron visitarlos cuando hay uno. Las criaturas comienzan a llamarlos en la noche y ¿a quién creen que se le ocurre abrir la venta?
Claro. A seth.
Entonces entran unos trasgos y una serpiente bien fea. Quieren matar a la gallina y a ellos los protege una sal que pusieron a rededor d sus camas, los adultos de la casa, el abuelo, lena y cael los sacan de la habitación y entonces al día siguiente no se sabe NA-DA de ellos, bueno de cael si, porque lo convierten en piedra.
Entonces les toca a ellos ir al rescate, la gallina escribe un mensaje con su alimento y…
Lo demás lo tendrán que resolver ustedes si es que se atreven a leerlo, pero de ante mano les digo que tiene una muy buena historia este libro.
Yo le doy…

No les revelo más porque es una buena recomendación.
Hoy también hay video y es de una canción que me gustó desde que este disco salió.

Un saludo
Nos leemos a la próxima