No hay mayor problema que haberte fugado de casa para estar con el chico al que quieres con una organización que se encarga de cazar a los de tu clase.
Lo que para mí significa muerte segura, no pensar las cosas y otro tomo más de esta saga que personalmente me gusta. A pesar de esas cartas de odio y demás.
No se piense que por haber escrito esa carta, a la que solamente le faltaron amenazas de muerte, odio el libro. Solo las acciones de Lucas, pero dejemos el tema atrás, en la entrada pasada de Blog.
Porque desde el primer libro me gustó mucho la forma de Claudia para narrarnos y hacernos sentir jóvenes. Aunque yo claro que todavía lo soy.
Cambiamos los reprimidos escenarios sombríos de la academia Media noche por una ciudad muy secretamente misteriosa que en realidad a los autores les gusta mucho, sin embargo muchos ya sabíamos que en ella hay vampiros debido a la Clare, aunque sea otra historia, pero bueno.
Yo admiro mucho a los villanos, lo que no significa que sea uno, pero es que la mala de esta historia es para asombrarse. De esas que quedan a la altura de los mas psicóticos y desquiciados. Pero descubrimos que es por algo, que en realidad no es muy difícil de imaginar.
Se llena al lector de Enojo, de ese que provoca dolor de cabeza, hacia una organización llamada la cruz negra, que al principio me parecía simpática, incluso cuando se metieron a provocar un incendio. Pero en la primera mitad de esta despedida se dedica a decirnos, enójate, enójate.
El que la autora nos haga sentir esas emociones tan contrarias a las que llegamos a percibir en los anteriores libros, nos dice que es buena haciendo su trabajo, que conoce bien a sus personajes, y sus secretos.
Unos giros más bien normales pero que mantienen un ritmo acelerado, del que gusta, y nos hace avanzar sin darnos cuenta. En algunas ocasiones, como lectores, vemos el tamaño del libros y nos preguntamos en qué lugar hay una parte buena para terminar pronto, pero ahora es todo lo contrario.
Reaparece ese chico que siente amor a su familia por mas mala que ésta sea. Una “amiga” que dan ganas de agarrarla de las greñas. Muertes merecidas, una señora directora mitad karateca que también cambia la imagen que tenemos de ella.
Momentos de esos “morosos” pero con moderación inocente, para quienes leen cosas más apalabradas.
Un par de chicos que bien podrían ser una nueva pareja de cómicos, uno inmortal y el otro definitivamente algo que no es normal.
Una casa grande, golpizas, arrodillamientos, frio, cuerpos translucidos, un pre-final fuera de la vida y un final que abre el tema para Afterlife.
Por eso se queda con:
¿Qué pasará ahora? ¿Contra quién será esa próxima carta de odio del próximo año? ¿Cómo terminaran las cosas? ¿Con que otra “sorpresita nos caerán?Lo que para mí significa muerte segura, no pensar las cosas y otro tomo más de esta saga que personalmente me gusta. A pesar de esas cartas de odio y demás.
No se piense que por haber escrito esa carta, a la que solamente le faltaron amenazas de muerte, odio el libro. Solo las acciones de Lucas, pero dejemos el tema atrás, en la entrada pasada de Blog.
Porque desde el primer libro me gustó mucho la forma de Claudia para narrarnos y hacernos sentir jóvenes. Aunque yo claro que todavía lo soy.
Cambiamos los reprimidos escenarios sombríos de la academia Media noche por una ciudad muy secretamente misteriosa que en realidad a los autores les gusta mucho, sin embargo muchos ya sabíamos que en ella hay vampiros debido a la Clare, aunque sea otra historia, pero bueno.
Yo admiro mucho a los villanos, lo que no significa que sea uno, pero es que la mala de esta historia es para asombrarse. De esas que quedan a la altura de los mas psicóticos y desquiciados. Pero descubrimos que es por algo, que en realidad no es muy difícil de imaginar.
Se llena al lector de Enojo, de ese que provoca dolor de cabeza, hacia una organización llamada la cruz negra, que al principio me parecía simpática, incluso cuando se metieron a provocar un incendio. Pero en la primera mitad de esta despedida se dedica a decirnos, enójate, enójate.
El que la autora nos haga sentir esas emociones tan contrarias a las que llegamos a percibir en los anteriores libros, nos dice que es buena haciendo su trabajo, que conoce bien a sus personajes, y sus secretos.
Unos giros más bien normales pero que mantienen un ritmo acelerado, del que gusta, y nos hace avanzar sin darnos cuenta. En algunas ocasiones, como lectores, vemos el tamaño del libros y nos preguntamos en qué lugar hay una parte buena para terminar pronto, pero ahora es todo lo contrario.
Reaparece ese chico que siente amor a su familia por mas mala que ésta sea. Una “amiga” que dan ganas de agarrarla de las greñas. Muertes merecidas, una señora directora mitad karateca que también cambia la imagen que tenemos de ella.
Momentos de esos “morosos” pero con moderación inocente, para quienes leen cosas más apalabradas.
Un par de chicos que bien podrían ser una nueva pareja de cómicos, uno inmortal y el otro definitivamente algo que no es normal.
Una casa grande, golpizas, arrodillamientos, frio, cuerpos translucidos, un pre-final fuera de la vida y un final que abre el tema para Afterlife.
Por eso se queda con:
No puedo ni imaginarlo, así que esperaré hasta ese día, en el cual pase dos veces por la estantería antes de que alguien me lo señale, que espero no sea muy lejano para los que no leemos a la perfección en ese idioma sin acentos ni eñes.
Un saludo, nos leemos pronto
1 comentario:
todavia no he leido su libro..y lo ando dejando y dejando¡¡¡y de momento con telarañas que anda
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