La última viajera en el tiempo, Gwen (Rubí), regresa desde el siguiente párrafo en el que se quedó en la primera parte de la trilogía. Entre este secreto lleno de sospecha y que necesita a gente con la mente bien firme, continua viajando al pasado junto a Gideon, el chico Diamante, como me gusta decirle.
¿Qué haría uno si un día descubre que puede viajar en el tiempo, gracias a una herencia de sangre, pero que eso implica dejar de lado la libertad que la vida otorga, por poca que sea, para cumplir una misión visitando diferentes épocas del pasado junto a un chico que tiene mil humores diferentes, además, claro, de que nadie te explica exactamente qué es lo que pasa, al menos tanto como para darle seriedad a las cosas?
Yo tampoco sé cómo responder esa larga pregunta, pero estando al lado de Gwen la cuestión se olvida. Ese carisma suyo da para ponerse a platicar todo el día, aquí o en 1953.
Cualquiera esperaría algunas respuestas al inquietante misterio comenzado en Rubí, pero Zafiro no es exactamente eso. Sí da algunas buenas pistas más pero al parecer las cosas van a continuar totalmente enterradas hasta el final. Esta segunda parte lo que hace es adentrarnos en las más oscuras, y ya no tan incómodas, profundidades de la logia de los Vigilantes. Me gusta que las historias pongan a pensar a los lectores y, entre tanta materia de viajes en el tiempo, esta lo logra. Nadie que lo haya leído se preguntará cómo se haría para viajar en el tiempo si llegando ahí te dicen que ya has ido antes pero resulta que eso lo harás en el futuro, que te vieron hace diez años y para ti fue solo ayer. Vaya que es un tanto difícil de asimilar, pero para los viajeros lo es muchísimo más.
Y es que decir cualquier palabrita de más podría desatar muchos problemas, aunque todo depende de los oídos que lo escuchen, y cuán buen confidente resulta éste.
Si ustedes buscan, sin ánimo de duda, un libro que los mantenga atrapados hasta que termina, con risas, suspiros y preocupaciones por igual, este es su libro. Que contiene a personajes con buena identidad, además de original, pero que nunca dejan de meterse en problemas, al menos auto-mentales. Además de ese amor confuso que la historia requiere.
Parece que entre las líneas de un verso se esconden cosas, y algunos se pueden explicar con el avance de la lectura, pero entonces: ¿Son ciertas mis sospechas?
Es exactamente eso lo que uno hace leyendo, sospechando y sospechando.
El final de esta trilogía, que a muchos nos gustaría fuera más larga, porque es fácil de leer y pasa muy poco tiempo, en el contexto de la historia, desde el principio a este punto, que las cosas podrían parecer un poco apresuradas. Pero ya les digo: las amenazas no siempre se dedican a hacer tiempo, y esta es una de esas.
Veamos pues, cómo continuará la cosa, en esta historia que atrapa espacios entre favoritos por ser, al mismo tiempo, sencilla y complicada.
Estoy listo si ustedes lo están.
La frase:
-Las últimas noches no he dormido demasiado; por eso en estos momentos tengo la sensación de que mi cerebro es como una nube de algodón de azúcar -dije-. Y, de todos modos, soy un desastre para el cálculo.
-Lucy y Paul son… Lo que me acabas de explicar no tiene ningún sentido. Ellos nunca serían capaces de cometer semejante locura.
-Pues lo han hecho. Pensé que tal vez tú podrías decirme por qué. En mi época todos quieren hacer creer que ellos son… malos. O que están locos. O las dos cosas a la vez. En cualquier caso, que son peligrosos. Cuando me encontré con Lucy, dijo que debía preguntar por el Caballero Verde. De modo que, dime, ¿Quién es el Caballero Verde?
¡Hasta la próxima!
Yo tampoco sé cómo responder esa larga pregunta, pero estando al lado de Gwen la cuestión se olvida. Ese carisma suyo da para ponerse a platicar todo el día, aquí o en 1953.
Cualquiera esperaría algunas respuestas al inquietante misterio comenzado en Rubí, pero Zafiro no es exactamente eso. Sí da algunas buenas pistas más pero al parecer las cosas van a continuar totalmente enterradas hasta el final. Esta segunda parte lo que hace es adentrarnos en las más oscuras, y ya no tan incómodas, profundidades de la logia de los Vigilantes. Me gusta que las historias pongan a pensar a los lectores y, entre tanta materia de viajes en el tiempo, esta lo logra. Nadie que lo haya leído se preguntará cómo se haría para viajar en el tiempo si llegando ahí te dicen que ya has ido antes pero resulta que eso lo harás en el futuro, que te vieron hace diez años y para ti fue solo ayer. Vaya que es un tanto difícil de asimilar, pero para los viajeros lo es muchísimo más.
Y es que decir cualquier palabrita de más podría desatar muchos problemas, aunque todo depende de los oídos que lo escuchen, y cuán buen confidente resulta éste.
Si ustedes buscan, sin ánimo de duda, un libro que los mantenga atrapados hasta que termina, con risas, suspiros y preocupaciones por igual, este es su libro. Que contiene a personajes con buena identidad, además de original, pero que nunca dejan de meterse en problemas, al menos auto-mentales. Además de ese amor confuso que la historia requiere.
Parece que entre las líneas de un verso se esconden cosas, y algunos se pueden explicar con el avance de la lectura, pero entonces: ¿Son ciertas mis sospechas?
Es exactamente eso lo que uno hace leyendo, sospechando y sospechando.
El final de esta trilogía, que a muchos nos gustaría fuera más larga, porque es fácil de leer y pasa muy poco tiempo, en el contexto de la historia, desde el principio a este punto, que las cosas podrían parecer un poco apresuradas. Pero ya les digo: las amenazas no siempre se dedican a hacer tiempo, y esta es una de esas.
Veamos pues, cómo continuará la cosa, en esta historia que atrapa espacios entre favoritos por ser, al mismo tiempo, sencilla y complicada.
Estoy listo si ustedes lo están.
La frase:
-Las últimas noches no he dormido demasiado; por eso en estos momentos tengo la sensación de que mi cerebro es como una nube de algodón de azúcar -dije-. Y, de todos modos, soy un desastre para el cálculo.
-Lucy y Paul son… Lo que me acabas de explicar no tiene ningún sentido. Ellos nunca serían capaces de cometer semejante locura.
-Pues lo han hecho. Pensé que tal vez tú podrías decirme por qué. En mi época todos quieren hacer creer que ellos son… malos. O que están locos. O las dos cosas a la vez. En cualquier caso, que son peligrosos. Cuando me encontré con Lucy, dijo que debía preguntar por el Caballero Verde. De modo que, dime, ¿Quién es el Caballero Verde?
¡Hasta la próxima!
4 comentarios:
A mí este libro me gustó mucho y muerpo por Esmeralda!
Besos n.n
Tengo el primero en la estantería y estoy deseando leerlo:)
Gracias por la reseña!
Un besito! ^3^
La mejor triologia del momento, esmeralda te va a encantar ^^
Esta saga es una de las mejores ^^
Me encanta :)
besitos<3
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