Hija de humo y hueso - Laini Taylor - Reseña

Las calles de Praga son recorridas por una colaboradora de Quimeras. Aunque no lo crean, Karou (sin apellidos) fue adoptada siendo apenas un bebé por un diablo que recolecta dientes. Puesto así no hay nadie que se resista a esta historia. Karou se presenta con una imagen rebelde y artística. Chica de cabello azul que estudia dibujo a la manera alternativa. La cosa no podría ir más normal en su perfil humano. Pero constantemente, casi como un trabajo nocturno, es llamada por Brimstone, su padre adoptivo, a la guarida para ir a diferentes partes del mundo a recolectar dichos dientes, lo más extraño que se puedan imaginar. Un trabajo que lleva a visitar el mundo entero con sólo cruzar una puerta. Lo difícil es el regreso.
¿Quién además del ratón o el hada de los dientes necesitan tal cosa?
Se impresionarían de la respuesta. Pero mucho, muchísimo más, yendo más allá de la respuesta.
El fondo original, especialmente en la presencia de los recuerdos que nos traen por primera vez conocimiento del mundo en que funciona la vida en la guarida, con las quimeras, la forma en que Karou cree que funcionan las cosas, es sin duda lo mejor. Con magia no dicha, es lo que es, hay que decirlo. La forma en que esta historia nos lleva de la sorpresa en la teoría, de esas que son escasas, nos arrastra entre curiosos cambios de rol, sobre los protagonistas y su historia de amor. Una historia más grande de lo que ya es, de recuerdos.
Lo que deben esperar de Hija de humo y hueso es una historia de misterios sobre una identidad protagónica. Con una mezcla de tanta realidad con fantasía que no resulta difícil imaginarlo todo.
Hablando de la historia de amor, cabe aclarar que también es diferente, pero existe. No es de aquellas que apenas tocan el sentimiento del amor entre confusión sobre poder o no querer. No nos alejamos del "amor peligroso" pero ya andando en esa nos quema más que entretenernos con los sucesos. Los golpes emocionales, los golpes reales y hasta las mentirillas que se tienen enfrente pero nada más no se miran.
Sobre si Karou debe sufrir cuando las cosas se tornan oscuras, o el color que sea que esta chica relaciona con las desgracias, no tengan duda. Es más: ¿Qué son las historias de ahora sin un poco de sufrimiento?
Si ustedes se ponen a buscar entre los espacios sospechosos de lo que nos cuentan de la historia antes de leerla, seguro van a terminar leyéndolo. Seguro que sí, como seguro, segurísimo, van a disfrutarlo a montones. Porque es de esos que no piden permiso para gustar incluso desde antes de abrirlo. Que cuando te das cuenta llegaste al "Continuara..." y ya sólo queda arrancarse los pelos de la impaciencia.

Piensa, piensa, querido lector -te dirá-. Piensa todo lo que quieras; jamás descubrirás lo que sigue hasta que lo estés mirando.
Hija de humo y hueso. Una buena y merecida maravilla.
Fuera de lo común, y eso es bueno.

Y cuidado con los dientes, que podrían ser más de lo que imaginas.

La frase:

-¡Me arrancaron las alas, hermano! –con la mirada clavada en Akiva, la criatura retiró un brazo del cuello del anciano y lo extendió hacia él, con gesto implorante-. ¡Me retorcieron las piernas para que tuviera que arrastrarme, como los gusanos! ¡Hace mil años que me expulsaros, mil años de tormento, pero por fin has venido, has venido a llevarme a casa!
¿A casa?
No. Eso era imposible.

Primeras páginas

Hija de humo y hueso, Laini Taylor. 467 p. Alfaguara, 2012

¡Hasta la próxima!