La rutinaria vida de Simon Burns está a punto de cambiar. De ser, más o menos, más animal que de costumbre.
Luego de ser despedido del empleo que creía tan seguro, Simon se ve obligado a adaptarse a una vida donde es un papá amo de casa. Su mujer trabaja, tiene que despedir a la niñera de su pequeño (y berrinchudo) Jeremy, y un día en el parque se encuentra con un extraño pero fraternal grupo de hombres, todos con hijos y perfiles parecidos al suyo, pero que irradian un brillo especial. Estos hombres, que en adelante se encargarán de considerarlo su amigo, tienen un secreto.
El giro en que se basa la historia comienza con una serie de cambios en su energía. Un subidón repentino y sin motivos.
Simon no sabe por qué pero ya no se siente él mismo, el que ha sido siempre. Comienza a notar lo aburrida que era su vida, lo mucho que la gente común se empeña en tener vidas normales. Sus cambios tienen que ver con despertar en un lugar desconocido y sentir después que ha cometido un crimen guiado por sus emociones.
La historia aquí contada nos pone de frente con muchas y suficientes escenas bien tocadas, desde el sentirse como un animal hasta el nombrado sexo (no totalmente explícito).
Simon, el adulto desempleado, tendrá que lidiar también con la seguridad de su matrimonio, el misterio tipo nadie-dice-nada que se traen sus nuevos “amigos”.
Sin olvidarnos tampoco de algunas cuantas intromisiones de otro personaje que pasa su situación similar de forma increíblemente repentina.
Una historia muy visual, que (también) te da un recorrido por Nueva York -estoy comenzando a pensar que debo conseguirme un mapa del lugar-, y presenta una sigilosa especie de hombres lobo que se mueven a su manera y crean este problema (el de Simon), por un motivo nunca esperado según mi experiencia.
Nos salimos del género juvenil para echarle un ojo a la adultez de los personajes y sus prácticas, pero con una narración sencilla y engancharte. Los que teman no entender completamente los libros para adultos, con éste sus miedos son infundados. Caerán en garras de los lobos a penas comenzar el libro. Y aunque los lobos (propiamente dichos) apenas aparezcan.
Lo que yo llamaría un “boysbook”, pero que puede leerse por todo el que sienta curiosidad (la cual será cada vez más).La jauría promete y cumple, te llena y te convierte. Aunque adentrarse en ella y su idea pueda resultar mucho muy peligroso y difícil de afrontar.Uno aprende a cuidarse y correr, y le da una mirada a cuanto conflicto mortal se le ponga enfrente.
La frase:
Se disponía a doblar la esquina de la casa, donde la oscuridad era aún mayor, cuando fue atacado. Ocurrió tan de repente que ni siquiera se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo hasta que ya estaba en el suelo, y el hombre encima de él. Cuando se le ocurrió la idea de repeler el ataque o de gritar, estaba demasiado débil y aturdido para reaccionar. Debía haber dejado caer la linterna, porque no veía nada –sólo una oscuridad arremolinada- y lo único que oía era un sonoro gruñido.
La jauría, Jason Starr. 409 p. Umbriel, 2012
¡Hasta la próxima!
4 comentarios:
Es un libro al que le tengo muchas ganas desde que salió, a ver si más adelante puedo leerlo :3
Un saludo
A mí me decepcionó bastante, la verdad.
Saludos!
No lo conocía, pero gracias por la reseña ^^
besitos<3
Para mí, muy decepcionante. me gusta mucho la fantasía y el horror, pero no alcanza altura, se pierde.
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