Nadie imaginaría que dentro de la inocente imagen de un chico llamado Dirk Lloyd se encuentra un verdadero Señor Oscuro, poderoso y temible. Aquel ahora habitante de White Shields en Inglaterra no se ha detenido, y tampoco lo que ocurrió. Sigue condenado a ese debilucho cuerpo humano, sí, pero ya no cuenta con el mismo apoyo quee antes. Sooz sí ha desaparecido, se encuentra mucho muy lejos y sólo Dirk puede ayudarla.
La continuación de la historia de este oscuro señor viene plagada de deseos cumplidos, maravillosas nuevas apariciones y miradas directas hacia lo que tanto nos llenaba de curiosidad.
Los peligros no se han terminado para nuestro muchacho, él y Christopher seguirán planeando -a veces muy indirectamente- la solución a aquellos problemas que no dejan de surgir y que aparecieron con la llegada de Dirk. Aquel niño con supuestas alucinaciones sobre un mundo inexistente y términos estrafalarios ha demostrado la realidad de sus palabras.
Bajo una narración mejorada y jerga mucho más comprensible debido a la experiencia, esta continuación se disfruta de forma fácil y necesaria para la historia. El estilo de oscura comedia mezcla sus momentos con la mejor forma tomada en la más impresionante fantasía épica, haciéndola suya (muy a su manera). Una buenísima historia para esos momentos de insuperables respiros lectores.
Dirk, Christpher y Sooz aún tienen mucho que aportar a esa amistad tan curiosa que tienen. Demostrando lealtad y aferrándose a recuerdos de tiempos cómodos.
El ya apreciado Dirk (Oscuro) se gana un lugar entre sus lectores por pertenecer a una obra que no es más de lo que pretende, que sigue una línea de conformidad mutua (narrador-lector) y la mantiene para el bien de la relación. Prometiendo y revelando, los paisajes explorados y la división en la historia no podrían ser mejores.Dark Lord sigue adelante, sorprendiendo aunque todavía lo duden. Cumple a sus lectores y lo que deja entrever lo muestra después sin reparos. Una mente tan malvada que ya me tiene atrapado.
La frase:
-¡Los mataste, monstruo! –gritó a voz en cuello, estampando el pie contra el suelo-. ¡Solo son pequeños duendes, pequeños duendes panzones, y tú los asesinas!
Rufino volvió a parpadear, perplejo.
-¿Monstruos? ¿Yo? No, él es el… -tartamudeó, señalando a Gargon-. Y ellos son, bueno, ¡verdes, por todo lo sagrado!
¡Hasta la próxima!
Dark lord 2: Más días de escuela, Jamie Thomson. 363 p. Alfaguara, 2012
¡Hasta la próxima!
1 comentario:
No los he leído pero se ven entretenidos!
Gracias por la reseña ^^
besitos<3
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