Para esta segunda entrega de la serie de amigos ingleses, chicos y chicas, la historia cambia de dueño. Toca el turno a Ashley y ella es… la onda a medias.
Nos despedimos de la intervención de Sarah por completo, y nos adentramos en un ambiente más relajado, con Ashley como dictadora de palabras y sentimientos las cosas son bastante distintas, pero no por eso menos dramáticas, ni más interesantes.
La vida de nuestra protagonista es en muchos momentos, doblemente aburrida. Primero porque de verdad lo es, al igual que la vida de cualquiera no puede ser siempre interesante, y segundo porque ella se encarga de decirlo hasta el cansancio.
Ashley tiene lo que podría calificarse como una vida femenina. Vive con su madre y su hermana, la todavía más joven y carismática Frankie. Ayuda a su madre (sin paga oficial) en su tienda de vestidos de novia, asiste a la escuela y trata de ser una buena amiga con todos los que aprecia. Se sabe el pasado de todos, los chismes sobre todos y algunos secretos, también. Y claro que los demás también saben esa información sobre ella. Son un grupo de amigos abierto y moderno, sin pretensiones soltadas al aire (porque se guardan), pero conocidas por costumbre.
Aún con todo, no puede evitar sentir que le falta algo, tan constantemente que una de sus características es demostrarlo a la perfecta provocación, en una noche de fiesta, o una noche de fiesta con amigos. Ash es alguien que termina equivocándose más de la cuenta, y la verdad es que ni uno como lector se da cuenta cómo.
Ali Cronin sabe cómo meternos en la situación, identificarnos con los pensares jóvenes de sus protagonistas hasta elegir el predilecto.
Nos mete en las conversaciones, llega a volvernos neutrales en momentos que bien podrían ser criticados automáticamente para dejarnos hacerlo después. Es tan visual que prácticamente ves un programa de cada jueves en la tele.
Aunque sí, se requiere cierto nivel de apego al proceder juvenil para disfrutarlo mejor.
Nuestra simpática y variada protagonista se encarga de encontrar situaciones que nos mantienen en la sencilla trama por lo que dura el libro, tan familiar con la vida común que no se necesita mucho para sentirla como quieren que lo hagamos.
Desde la continua esperanza amorosa de Ashley con un chico al que apenas conoce, sus constantes tropiezos (desde siempre), las cosas buenas que sí le pasan -aunque no siempre lo acepte o recuerde-, la atmosfera que rodea a la chica es tan usual como extraña. Tiene y no tiene rutina, de la misma forma en que me sentí identificado y me puso a pensar sobre lo bueno o malo de ello.
El libro entero se centra en la reacciones de la protagonista. Y aunque es un gran cambio comparándose con Sarah en el primer libro, tampoco goza de total aceptación, aunque no creo que ningún personaje llegue a conseguirlo, ni siquiera un protagonista.
En cuanto a los demás amigos que conforman el grupo, sus detalles se aclaran mejor, contados casi como secretos a voces que podrían hacerlos más interesantes o completos de lo que parecían en la distancia.
Ashley da mucho que pensar. Demuestra más realidad y personalidad de lo que muchos esperarían, con toques particulares y generalidades constantes. Tan atrevida que nunca se sabe si su comportamiento solo es un rumor. Es una buena amiga, adentrada en modernas expresiones de cariño. Me gustó que a veces la verdad de otros personajes se dijera como debía, pero era difícil escapar de ella, por el momento.
Solo es un rumor es una aceptable y mejorada continuación para la serie. Ashley tiene la mente tan clara como cualquier adolescente con suerte, pero también algo de experiencia que la ayuda a salir adelante.Aprovecha sus momentos y los alarga lo suficiente para muchas veces conseguir la reacción precisa. Es de fácil lectura y perfecto para un momento de punto entretenido. Me recordó el tamaño preciso del mundo y ese que adquiere cuando uno sueña despierto sobre su futuro.Para sentirse joven solo con desearlo.
La frase:
"-Quizá tengas que decirle que no te interesa –añadió.
-Quizá debería haber captado el mensaje a estas alturas –repliqué mientras borraba el sms.
-Sí, pero seguramente piensa que, si no hay noticias, son buenas noticias –dijo Jack-. Ya sabes, «a veces hay que ser cruel para hacer el bien» y todo ese rollo –se aclaró la garganta-. Tuviste… algo con él, al fin y al cabo. Tal vez no puedas culparlo por albergar esperanzas."
Solo es un rumor, Ali Cronin. 302 p. Alfaguara, 2013
¡Hasta la próxima!
2 comentarios:
Lo leí hace poco y me gusto algo más que el primero porque la protagonista tiene más sangre que Sarah.
Un beso
No pinta mal :) Gracias por la reseña!
besitos<3
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