Ante la posibilidad de encontrarse con un gran vacío en su vida, Conor O’Malley se siente extraviado en su propia mente, y sus sentimientos son un completo alboroto. La seriedad ha llenado su vida mucho antes de lo que muchos considerarían correcto.
Ahora, de una forma misteriosa e inesperada, se encuentra con una respuesta que no sabía que buscaba, o al menos no sabía cómo llamar a eso que lleva tiempo sintiendo.
Una noche, alrededor de lo que debía ser La pesadilla, se encuentra con que un viejo árbol cerca de su casa se levanta y se dirige directamente a él para hablarle. Un viejo tejo que siempre había estado ahí, pero solo hasta ese momento cobró una trascendencia especial. No es normal que los arboles se levanten, con piernas y brazos, para dar palabras a la gente. Así que Conor, tan extraño como se siente, percibe interés en aquel suceso, como cualquiera haría; debatiéndose entre si es algo real o solo un sueño.
En aquel momento no hay nadie más invadido de realidad que él, así que parece algo imposible, pero ¿y si fuera real?
Esta novela comienza de la forma más común para un género al que realmente no pertenece. Sus personajes son tan reales y tan de papel al mismo tiempo que uno se pregunta si no pueden existir en medio de ambas posibilidades.
Conor es un protagonista que refleja de forma muy correcta el comportamiento que uno como lector puede imaginar posible debido a la realidad de su madre enferma.
Es un libro que enseña la posibilidad, en medio de todas las demás posibilidades, de creer y aprender cuando simplemente no se quiere ir a ninguna parte en el tiempo.
Es una mezcla perfecta entre la imaginación y la reflexión. Sus perfectos finales de capítulo enganchan al lector más allá de lo posible. El tejo es tan real como producto de la imaginación. Conor es un justo e injusto protagonista cuyo comportamiento deja muchos pensamientos, estudiado incluso de forma psicológica.
Un monstruo viene a verme se convierte en una tremenda reflexión de la visibilidad y la existencia, basada en una posibilidad inesperada.
Las palabras del monstruo son una increíble forma de narración comprensiva que, justo como considera el protagonista, no son fáciles de comprender, pero no por dejan de ser inolvidables.
Esta historia considera que la posibilidad de la pérdida a veces podría parecer injusta, incomprensible y hasta insoportable. Pero lo que importa es la fuerza y la voluntad para luchar contra ella, cualquiera que sea nuestro papel a su alrededor.
Las palabras del monstruo son una increíble forma de narración comprensiva que, justo como considera el protagonista, no son fáciles de comprender, pero no por dejan de ser inolvidables.
Esta historia considera que la posibilidad de la pérdida a veces podría parecer injusta, incomprensible y hasta insoportable. Pero lo que importa es la fuerza y la voluntad para luchar contra ella, cualquiera que sea nuestro papel a su alrededor.
La frase:
“-¿Qué quieres de mí?
-No es lo que yo quiera de ti, Conor O’Malley -el monstruo pegó la cara a la ventana-. Es lo que tú quieres de mí.
-Yo no quiero nada de ti -replicó Conor.
-Todavía no -dijo el monstruo-. Pero ya lo querrás."
Un monstruo viene a verme, Patrick Ness. 208 p. Nube de tinta, 2016
¡Hasta la próxima!
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