Las decepciones del destino nunca son bien recibidas. Las profecías sobre el propio futuro son algo que solo sucede en las historias, pero no por eso afectan menos a quien las conoce.
Este es el caso de Elli, la Saadela del reino Kupari, un lugar que sobresale por su realidad alrededor de la magia del hielo y el fuego adjudicada a la presencia del cobre. A ella le fue prometido un destino profético escrito incluso antes de que existiera, le enseñaron que, al mostrar todas las señales necesarias para convertirse en Saadela, algún día sería la Valtia.
En su reino es la figura de la Valtia quien funge como reina y poseedora de la mayor muestra mágica a través de un control superior del hielo y el fuego. Es la encargada de proteger a su pueblo de todas las formas posibles, así que estar destinada a convertirse en una algún día y seguir la larga línea de aquel destino significa todo en la vida. Blog Lectores Nocturnos
Pero cuando llega en día, cuando es momento de que la antigua profecía se cumpla, con ella en medio de todo, las cosas no salen como se esperaban, poniendo su mundo de cabeza.
Sin embargo, esa primera y enorme complicación la llevan a formar parte de algo más grande y lleno de detalles.
La protagonista de esta historia comienza sus momentos como una chica que forma parte de una extraña e increíblemente limitada realeza en su pueblo. Ha sido cuidada la mayor parte de su vida, ignorante de las cosas fuera del edificio en el que vive, privilegiada en todo lo que alguien en esta historia podría necesitar.
Pero como en este lugar las cosas son o no son, un cambio de vida es la única forma posible para seguir existiendo. Este libro toma giros, no demasiado bruscos y sorprendentes, pues la anticipación hacia ellos se construye lo suficiente, aunque son suficientes para dotarlo de gran interés y emoción.
La vida de Elli después de la promesa fallida de la magia la lleva a encontrarse con una dolorosa realidad, llena de frío y calor, llena de sangre y también de revelaciones. Pues el que un destino cambie no significa que simplemente desaparezca. Blog Lectores Nocturnos
Comencé esta lectura con expectativas regulares, abierto a la sorpresa, pero no muy seguro de ella, y terminó sorprendiéndome lo necesario. Sarah Fine crea un mundo lleno de detalles bien pensados y un buen pasado para su propia historia que la lleva al inevitable presente.
Elli, inevitablemente rodeada de portadores, se encuentra personajes que contribuyen y continúan con los conocidos elementos del género. La magia, importante en una fantasía como esta, desempeña su papel de forma perfecta, tanto que casi encanta. Descubrir las recurrentes utilidades del hielo y el fuego consigue hacer importante un detalle que muchos considerarían nefasto sin el contexto correcto: el clima.
Es verdad que la protagonista cambia de parecer continuamente en la historia, que sus confusas y casi impulsivas pero ignorantes decisiones la llevan a parecer de carácter irregular, pero la historia necesita de un detalle como ese. Además, los momentos difíciles en los que con tanta frecuencia se encuentran no solo le exigen una lucha mental, sino también física. La casi tortura que sufre podría ser atribuida a algo similar a la mala suerte.
La novela vive también en la participación de sus personajes secundarios, desde los que aparecen en los momentos de la forma más común hasta los villanos. Desde el lado en que descubrimos la historia nos damos cuenta a la misma velocidad que la protagonista de la verdad en la trama, la genialidad de sus detalles y los distintivos conflictos que hacen presencia. Desde Oskar y su propio destino necesario, hasta las mentiras que, como todas, están destinadas a venirse abajo. Cabe mencionar que como en la historia la magia (y por lo tanto el clima) es un elemento esencial, es muy fácil poder considerarla como un personaje más. Las habilidades de los portadores dotan al libro de momentos llenos de emoción, y aunque sus descripciones a veces se quedan cortas, la impresión visual y sensorial es bastante aceptable. Blog Lectores Nocturnos
Eso sí, sus momentos en ocasiones están a punto de volverse muy lentos, y otras veces suceden tan rápido que se comparte la sensación de los personajes sobre haber perdido detalles.
La reina impostora es uno de esos libros basados en la emoción que nos obliga a imaginar nuestras propias ideas y detalles sobre la historia. Fine crea un aceptable territorio y una extensa trama llena de posibilidades. Nos comparte algo que pocas historias hacen: la posibilidad de pasar del absoluto frío al más incómodo calor con solo estar en presencia de una persona.
Deja claro que los destinos en los libros son algo inevitable, pero desvía un poco el camino para hacerlo interesante. A veces hay que luchar para cambiar el presente, pero el pasado no lo pone fácil.
La frase:
“-Lamento que duela.
Va a doler para siempre. Eso es lo que dicen sus ojos.
¿Pero qué puedo hacer? ¿Desmoronarme? ¿Gritar y llorar? No. Estoy destinada a algo grande. No estoy preparada para dejar de creerlo todavía.
Me limpio los ojos y dejo escapar un largo suspiro.
-Supongo que voy a seguir viviendo, entonces.”
La reina impostora, Sarah Fine. 462 p. VRYA, 2016
¡Hasta la próxima!
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