Hay muchas formas de creer en la magia. Desde aquellas surgidas para darnos esperanza hasta las que recrean las visualizaciones más increíbles llenas de hechizos y murmullos de poder. Esta historia pertenece a esa última, y lo hace de forma increíble.
En 1883, en alguna parte alrededor de Inglaterra, sucedió algo increíble. Iolanthe Seabourne logró invocar un rayo para sacarla de un apuro. Lo que ella no sabía era que eso en vez de solucionar el único problema que tenía, la llevaría a cambiar su vida para siempre. Blog Lectores Nocturnos
Habitante de un pueblo mágico tan real como cualquier otro lleno de gente no mágica, esta maga elemental comienza su aventura envuelta en una genuina sorpresa. Debe escapar para salvar su vida.
Me habría gustado comenzar esta reseña explicando algunos de los detalles más básicos para comprender sobre el contexto mágico de la historia, pero no es posible. El libro tampoco se toma unas cuantas páginas al principio para hacerlo; nos adentra directamente en este mundo, con todo y palabras desconocidas. Lleva al lector a hacer uso de su capacidad innata de aprendizaje, aunque esta vez se trate de comprender una fantasía.
Iolanthe (cuyo nombre al pronunciarlo me suena como Yolanda) se entera de la complejidad del reino en el que vive, como si estar rodeado de magia no agregara ya muchos detalles más a la vida. Se entera de la maldad, de lo inexplicable y de lo necesario, y cómo ella podría jugar un papel muy importante en ello.
En su mundo, aunque es el mismo que el nuestro, existen dos tipos de magos: los elementales y los comunes. La única diferencia es que los elementales, además de ser capaces de realizar los mismos hechizos que todos, también demuestran gran control de los elementos.
La protagonista, acompañada del príncipe Titus, emprende una aventura de escape, aprendizaje, planeación e improvisación como pocas. Además, debe convertirse en el estimado Archer Fairfax para seguir viva. Blog Lectores Nocturnos
El uso de una época diferente ayuda a la historia a no exceder sus detalles. Lo simple que podría ser la vida en 1883, sin toda la tecnología y conocimientos de la actualidad, contribuye a una mejor inmersión en el mundo mágico del reino Atlante y sus complejos procesos políticos, sobre todo.
Resulta imposible no encontrar detalles inspirados en otras historias de fantasía, sobre todo en la serie Harry Potter (pues es la referencia de fantasía mágica más conocida en la actualidad). Sobre todo el uso de varitas, la inspiración de algunos hechizos en latín y algunos detalles relacionados al destino de los personajes principales.
Nos encontramos con una novela en la que detalles como las profecías son importantes y en ningún momento rechazadas. En este contexto mágico hay pocas cosas que se presten a la imposibilidad más simple.
Es por eso que al principio del libro, y tal vez incluso hasta cerca de la mitad, sea un tanto complicado seguir el paso. Todos los libros requieren de ciertas páginas para tomar el ritmo, pero éste en ocasiones podría parecer que las excede. No obstante, se debe a los múltiples detalles que hay que comprender. Una vez pasado eso, el lector tiene entre manos una novela emocionante y una digna representante de la fantasía con magia y varitas de la actualidad.
Sus personajes están muy bien elaborados, aunque los capítulos narren mayormente las acciones y reflexiones de Iolanthe y Titus. Punto aparte para el gran secuaz que resulta el príncipe Titus, pues a pesar de ser muy joven cuenta con recursos increíbles para dar una buena batalla de conocimientos. Blog Lectores Nocturnos
Los villanos también ofrecen buenas descripciones en la historia. Desde los insoportables y crueles, hasta los misteriosos y aparentemente invencibles.
En esta novela los paisajes y momentos visualmente increíbles no faltan. Tiene mucho potencial y demuestra que la complejidad a veces es necesaria, y que bien utilizada siempre resulta en algo admirable. Las historias dentro de la historia son una gran adición, aunque existen personajes que valdría la pena conocer mejor de lo que se tiene la oportunidad en este primer título de la trilogía.
El cielo ardiente muestra la magia como los lectores audaces la prefieren: con palabras llenas de poder. Es una novela que demuestra que el aprendizaje tiene un objetivo, y que no siempre debe ser el mismo para ser correcto y bien aprovechado.
Entrega uno de los mejores libros dentro del libro, pues posee toda la magia necesaria para enfrentar los momentos más increíbles y aprender de ellos.
Sus diálogos son interesantes, sus logros grandes e inolvidables. En un mundo de males misteriosos, descubrir la valentía es la única esperanza.
Calificación:
La frase:
“Pero el príncipe pensaba tan bien de ella. Y arriesgaba tanto. Odiaría decepcionarlo. Odiaría decepcionarse a sí misma. En los cuatro tomos de Grandes aventuras y en los siete volúmenes de Grandes epopeyas, libros que adoraba de niña, ese era el momento en el que el protagonista se ponía a la altura de las circunstancias y se embarcaba en una travesía legendaria. Nadie en las historias decía: “Gracias, te lo agradezco, pero esto realmente no es para mí”. "
El cielo ardiente, Sherry Thomas. 512 p. VRYA, 2017
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¡Hasta la próxima!
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