Siempre imaginé que los lugares idóneos para encontrar el poder debían ser la mezcla exacta de escenarios y momentos, como cuando se admira un atardecer tan increíble que parece cosa de magia. En esta historia, curiosamente, sucede lo mismo, pero de forma bastante más complicada.
Estrella es una ladrona, una muy buena, tanto que seguramente es la única que puede robar algo en otro tiempo. Blog Lectores Nocturnos
Siendo leal a su mentor, el profesor Lachlan, ella sabe que todas las misiones en las que ha participado han sido la preparación parar la más grande de todas. Una que al parecer puede ser la salvación de todos aquellos seres con afinidades, como ella, encerrados en Manhattan desde hace más de un siglo por una poderosa fuerza conocida como la Brecha.
Así que cuando llega el gran día, ella no podría estar más nerviosa, sin importar lo mucho que se preparó para ello. Y aunque todo esté planeado, lo único seguro en la vida es que nada es completamente seguro. Viajar a 1902 para llevar a cabo un complicado plan de engaño es tan difícil como suena, y seguramente todavía más.
Ahí nuestra protagonista se encontrará con el mismo lugar, pero en condiciones distintas.
El viaje en el tiempo es uno de los temas que más me atraen en la literatura. La capacidad del autor para crear y desarrollar su propio concepto de salto temporal, siempre con una intención del destino. En esta historia sucede lo mismo, aunque cuando me preparaba para leerla en realidad no estaba muy consciente de ello. Estrella es una viajera tanto como una ladrona, y su historia se enfoca solo en lo importante. Hay montones de detalles triviales que algunas otras historias se toman el tiempo de mencionar, pero esta novela no lo hace. Muchas cosas se toman casi por hecho, y eso no es para nada algo malo. Blog Lectores Nocturnos
Cuando vi el tamaño del libro creí que la autora nos inundaría de detalles sobre las calles de la ciudad y reflexiones casi románticas sobre la iluminación o el clima, pero eso no sucede. A pesar de la casi compleja temporalidad de la historia (algo que seguramente comparten las historias que incluyen viajes en el tiempo), aquí la narración es lineal y precisa.
La adición de los personajes con los que Estrella se encuentra en el pasado es lo que realmente lleva la historia hacia adelante. En su búsqueda por el Mago sucede todo lo que importa, pero no por eso todo lo demás es menos trascendente, sobre todo al final.
El increíblemente independiente Harte Darrigan, el ambicioso Dolph Saunders, la astuta Viola y todos los demás que aparecen, buenos o malos, son los que, además de la protagonista, dan cuerda a esta historia.
Y si de melancolía se trata, el importante fondo mágico de la historia nos hará recordar los mejores momentos de otros títulos. Ver las habilidades de cada Mageus es algo impresionante y tan seguro como verlos respirar. Les digo que Maxwell usa todo lo que dice sin que le sobre casi ninguna palabra.
Admiro mucho las historias que construyen un misterio para interesar al lector y cumplen durante la lectura demostrando que son únicas. Esta historia se construye a sí misma, jugando con la continuidad y la astucia (de todo tipo).
La investigación histórica realizada para la formación de esta novela demuestra lo que muchos no creen, que una novela juvenil puede apelar a la recopilación de datos para dar base a su argumento. Sí, es muy posible que sea una adaptación muy ficticia de la realidad, pero se siente un esfuerzo genuino. Blog Lectores Nocturnos
Yo quedé encantado por la habilidad de sus palabras, el poder de sus imágenes y la esencia de su significado. Es una novela con personajes astutos en todos los bandos (¿quién dijo que solo existen los buenos y los malos?), con un aprendizaje constante para sus personajes, un desarrollo lo más fraternal posible y la intención de cumplir con una meta enorme.
Y comparto el mensaje: a veces las intenciones iniciales se transforman, y eso podría resultar en algo aún mejor.
El último mago llega a la vida del lector para sumar a la experiencia de la magia en su librero de una forma distinta, pero acertadamente complaciente.
Da una clase de astucia, sorprende con sus múltiples giros y juega con las emociones de una forma que todo lector disfruta.
La complejidad de su ficción me trae a la mente una frase que comparte con varias otras lecturas: Solo tiene sentido si la lees.
Y es que los planes tienen muchas formas de llegar al mismo fin.
Calificación:
La frase:
“Ricos o pobres, todos los públicos eran iguales. Algunos descartaban los cuentos de la magia antigua como algo que no era más que una leyenda. Otros aún temían su existencia. A la mayoría le habían enseñado a odiar a las personas con afinidades por la magia. Pero al igual que la Orden, todos querían con desesperación que la magia fuera real. Querían creer que existía algo más grande que ellos mismos”.
El último mago, Lisa Maxwell. 496 p. VRYA, 2017
Trad. Daniela Rocío Taboada
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¡Hasta la próxima!
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